La mayoría de los aficionados ven conveniente una reforma de la legislación piscícola para garantizar la gestión óptima de los cauces
fluviales de la Comunidad Autónoma y la conservación de la trucha autóctona
La pesca en aguas continentales en los últimos años ha experimentado un notable auge
como actividad recreativa y deportiva, aumentando cada temporada el número de
personas que se acercan a ríos y embalses de la Comunidad para practicar esta actividad
en sus diversas modalidades. La extensión territorial y la variada configuración geográfica
de Castilla y León ofrecen una gran diversidad de medios y especies para el ejercicio de la
pesca en sus aguas continentales, confiriéndole un gran atractivo para el colectivo
pescador, que se refleja en el incesante incremento de licencias que se produce cada
temporada y que han pasado de las 143.000 expedidas en 1991 a las cerca de 200.000
que se tramitaron en el 2007. León es una de las provincias donde más se nota este
incremento y se producen mayores aglomeraciones de aficionados en los cauces,
reclamando una revisión de la normativa vigente, que tenga en cuenta los beneficios
económicos y sociales que podría llegar a generar esta actividad adaptando
convenientemente su gestión a la demanda social existente en la actualidad.
La pesca de salmónidos en León cuenta con el mayor número de aficionados a nivel
nacional y se encuentra regulada por la Ley 6/1992, de 18 de diciembre, de Protección de
los Ecosistemas Acuáticos y de Regulación de la Pesca en Castilla y León, pudiéndose
practicar en numerosas zonas de libre acceso y disponiendo a la par de una variada oferta
de tramos acotados para la pesca en su forma tradicional (con muerte) y en su faceta
lúdica-deportiva (sin muerte) que se adjudican mediante sorteo.
Además, para la conservación de las poblaciones trucheras, se cuenta con abundantes
tramos vedados, ubicados la mayoría de ellos en las cabeceras de los ríos, que por sus
especiales condiciones para la reproducción y cría de las truchas aseguran la renovación y
mejora de las existencias poblacionales piscícolas. Estos aspectos de la gestión, aunque se
muestran eficaces, requieren complementarse con otras medidas tendentes a la
conservación y recuperación de los cursos fluviales, que en los últimos tiempos han
sufrido grandes deterioros a causa de las intervenciones humanas fruto del progreso, así
como con una nueva regulación que atienda a la gran demanda que soporta esta
actividad. La Junta de Castilla y León, consciente de esta necesidad, anunció en el último
Consejo regional de pesca celebrado el pasado mes de octubre en Valladolid, su intención
de aprobar dentro de esta legislatura una nueva Ley de pesca, que recoja las exigencias
ecológicas imperantes en los cauces fluviales de la Comunidad, consensuadas por los
organismos y colectivos que intervienen o utilizan el medio acuático.
Pesca sin muerte
La llamada pesca sin muerte o captura y suelta, poco a poco va ganando terreno y
cada día son más practicantes concienciados sobre la necesidad de reducir las capturas y
la no necesidad de sacrificar el pez para disfrutar de esta actividad, aunque siguen siendo
una minoría dentro del gran colectivo pescador leones. Los tramos denominados libres
sin muerte se consideran los más adecuados para educar y favorecer la expansión de
esta modalidad entre los aficionados.
Agresiones al río
La contaminación producida por vertidos incontrolados, las intervenciones en los cauces
para la extracción de áridos y canalizaciones, junto con el furtivismo y la proliferación
exagerada de especies depredadoras aloctonas como el cormorán (que diezma las
poblaciones trucheras durante el invierno), el lucio (que ha colonizado muchos tramos
bajos de los ríos leoneses, donde abundaban las truchas en otros tiempos), o el cangrejo
señal (activo en las épocas de freza y abundante en exceso en determinados tramos
trucheros), están considerados como los agentes más agresores de los ríos leoneses. Su
control exhaustivo y la adopción de medidas eficaces, es una demanda constante por
parte de los aficionados, que además consideran necesario la implantación de una
vigilancia especializada y mayores inversiones en los ríos para atajar estos problemas.
Formación de pescadores
Facilitar la máxima información al pescador, sobre las normas vigentes y cuantos temas
procuren un mayor conocimiento del medio acuícola y, por lo tanto, favorezcan el respeto
de los ríos y especies resulta esencial para el adecuado desarrollo de la actividad,
resultando esencial en este aspecto, potenciar la labor formativa de las asociaciones de
pescadores en el ámbito de la colaboración de estas entidades y Administración.
Por parte de la Junta y referente a la divulgación de todo lo relativo a los ecosistemas
acuáticos, destaca la eficacia que han demostrado las denominadas Aulas del Río
creadas por la Consejería de Medio Ambiente a principios de 1999, como enclaves donde
desarrollar diversas actividades formativas, fundamentalmente dirigidas a los futuros
pescadores, sin descartar la participación de pescadores veteranos y otros colectivos con
escasas posibilidades de concurrir a tramos naturales (personas en situación de
discapacidad). En León, durante la temporada de pesca se puede visitar el Aula del Río
de Vegas de Condado, que da a conocer el funcionamiento ecológico de nuestros ríos,
sus características principales, su fauna y flora, así como los problemas que les afectan y
la forma de ayudar a conservar estos ecosistemas, utilizándolos sin degradarlos. La buena
acogida de este centro, por parte de colegios, asociaciones, familias y colectivos diversos,
estimularon a la Junta para la aprobación de la construcción de instalaciones de invierno
en este recinto con el fin de ampliar su funcionamiento a todo el año.
Repoblaciones de calidad
Las actuales directrices de producción de salmónidos en las piscifactorías de la Junta,
están encaminadas a la conservación de las estirpes de trucha autóctona que pueblan los
ríos leoneses, lo cual supone la preservación de un patrimonio genético diferenciado y de
ejemplares genéticamente adaptados a las especificidades de nuestros cursos fluviales y,
por tanto, con mayores posibilidades de sobrevivir a condiciones extraordinarias
originadas por agentes naturales o por la acción del hombre. Esta premisa esta muy bien
considerada por el colectivo pescador, que además considera necesario incrementar las
repoblaciones con alevines, dada la pérdida de capacidad de regeneración de algunos ríos
y la fuerte presión pesquera que soportan. En este sentido, la Consejería de Medio
Ambiente está realizando obras de adecuación y mejora de la piscifactoría de Vegas del
Condado para que llegue a alcanzar su máximo rendimiento.
Promoción turística y deportiva
Facilitar el acceso a la pesca a los aficionados que se acercan a la provincia, alojándose y
visitando los establecimientos de hostelería y comercio vinculado a la pesca, beneficiaria
el desarrollo turístico y por lo tanto el económico de la provincia. Esta es una opinión
compartida por la inmensa mayoría de pescadores leoneses, que a la vez se reafirman en
su derecho a disfrutar del patrimonio fluvial de la provincia donde han nacido con más
intensidad y facilidades. Para compatibilizar estos aspectos se ve conveniente la
implantación de una nueva formula de reparto de permisos de cotos que contemple
ambos parámetros y que propicie el acceso sin la necesidad de reservar la fecha de
disfrute con tanta antelación.
Otra demanda importante es la disponibilidad de espacios para el desarrollo de la
actividad social y deportiva de los clubes y asociaciones de pesca, que se recoge en la
legislación vigente y que representa una necesidad indispensable para que puedan
realizar su labor promocional y formativa.